La palabra subversivo viene del verbo subvertir el cual según la RAE significa trastornar o alterar algo, especialmente el orden establecido; bueno, el cinema, restaurante-bar Tonalá es uno de los lugares más subversivos de Bogotá, porque altera la cotidianidad de la ciudad, ofrece espacios diversos, amenos como para poder ir y pasar todo un día disfrutando de la Bogotá que privilegia al arte y la cultura. Queda a solo una cuadra del Parque Nacional, sobre la carrera sexta, su ambiente bohemio y alternativo hace de este sitio un lugar mágico, donde las condiciones del ambiente permiten sentirse a gusto ya sea solo, en plan romántico o con un grupo de amigos.
Subversiva, es la propuesta con la que entró Cine Tonalá a Colombia, el concepto disruptivo nació en la tierra del tequila y el Mezcal, donde se intentaba volver a los orígenes del cine de barrio, el cine compartido entre amigos apoyando siempre la buena calidad del cine cultural, alterno e independiente. En México se dio apertura hace seis años al primer lugar exclusivo a brindar una agenda cultural diferente donde la comida también fuera el centro de las reuniones. Para que pudiera dar mérito al significado de su nombre en Náhuatl: “lugar donde sale el sol”, en el barrio la Merced salió el sol con su apertura hace cuatro años donde su coordinadora de programación Daira Galvis quien ha estado desde sus comienzos dice que aunque tratan de manejar un mismo concepto, la diferencia que tiene Tonalá Bogotá es que sobre todas las cosas también quiere hacer “lucir las raíces de Colombia”.
Foto de: María Paula Samper Amaya
Foto de: María Paula Samper Amaya
De allí parte las variedad de programaciones y eventos que son ofertados a diario, entre semana es un lugar que da privilegios a los documentales, stand up y artistas colombianos, ya los viernes y sábados da más alternativas para explorar el terreno musical tradicional, desde dj nacionales hasta competencias de ritmos de la costa Caribe y Pacífica. El jefe de meseros Charles Ardila quien lleva un poco más de tres años trabajando aquí y es el más antiguo de todos los empleados en servicio al cliente dice que uno de los atractivos del lugar es que “Tonalá es un lugar muy incluyente, donde viene todo tipo de personas desde estudiantes hasta productores de cine” es apenas unas de las virtudes que aquí se ofrecen, lo ve como una ventaja para que sea un espacio versátil al público donde las “cuestiones de etiqueta”, se queden en la puerta.
Pocos sitios en la ciudad permiten mezclar tantos tipos de personas, sobre todo sus gustos y generar ambientes aptos para que se sientan como en la comodidad de la casa; el restaurante es otro de los atractivos que motivan a ser visitados y probados; en esta área de Tonalá efectivamente sale el sol, los sabores mexicanos juegan un papel protagónico donde el frijol refrito, el pico e gallo y el guacamole nos hace conocer un país picante y vibrante, tiene todos los recursos para deleitar los diversos paladares, pues el chile no es su único protagonista. Uno de los recomendados y más emblemáticos son las tortillas Tonalá, pues generan una explosión mexicana de sabores, dignas de decir por sí solas que son lo más “chido del lugar”, la suavidad en la boca de las tortillas junto con sus rellenos jugosos y carnes hechas al pastor (a fuego lento vertical) hacen de este plato toda una experiencia.
Tonalá es un espacio bien segmentado para cada actividad, aunque en todas sus áreas manejan un mismo concepto que le da una apariencia de armoniosa continuidad, en la entrada se encuentra un espacio con techo de cristal cubierto por enredaderas dando la impresión de mesas al aire libre, a la mitad de esta área una pequeña entrada al interior de la enorme casa, la taquilla de las salas de cine, la zona del bar contigua al restaurante-confitería, apenas están divididas entre sí por imponentes arcos de madera, al fondo está la primera sala de cine; en el segundo piso están dos grandes áreas para las exposiciones artísticas, son cuartos bien iluminados al igual que cálidos, también se encuentra el área administrativa que de vez en cuando sale a ser los chequeos de buen servicio y el tercer piso se encuentran la segunda sala de cine. En la sala del primer piso la sala Tonalá tiene una capacidad para 65 personas, sillas cómodas en medio de un espacio reducido y en el tercer piso la sala kubrick cuenta con 18 sofas dobles dándole una capacidad para 36 personas, este altillo está perfectamente adaptado para el cine radical (fuera de lo cotidiano) y la rumba nocturna.
Foto de: María Paula Samper Amaya. Tomada en Cine Tonalá
En esta última sala de proyección se está dando el documental I’m not your Negro narrada y escrita por James Baldwin y dirigida por Raoul Peck, en este documental cuenta la historia del movimiento afroamericano en la América moderna, extendiendo la versión de su libro sin terminar "Remember This House" donde Malcolm X y Martin Luther King también son protagonistas, es una oda a la reflexión racial.
Ya en el bar, en una mesa al fondo del lugar se encuentran tres amigos compartiendo un momento agradable entre risas y cócteles; están aguardando por la función de la película que reservaron, “La forma del agua de Guillermo del Toro”, la mesa en general irradia alegría y ambiente de festejo, son de Pasto (reconozco el acento) una ciudad al sur del país, ¿desde tan lejos visitan Cine Tonalá?, me acerco sutilmente para ver si puedo compartir con ellos un momento, ellos gustosamente acceden y comenzamos a hablar sobre sus motivos de la visita.
Son familia (primos) Juan, Sebastián y Angela Benavides; los dos últimos trajeron a Juan para pasar una tarde diferente, pues dicen que lo que más les gusta es que “las películas que proyectan son muy seleccionadas y culturales”, quieren pasar una noche tranquila, donde puedan hablar y hacer cosas distintas. Llegaron al lugar indicado, les mencione yo, que ya tuve la experiencia hace unas horas de conocer su restaurante-bar y cinema les puedo asegurar que Cine Tonalá es un espacio mágico donde todos los sentidos viven una experiencia subversiva.