Prohibidas las excusas
Por: María Fernanda Vega
Desde pequeña siempre me imaginé que las matemáticas, la física y la química eran solo para gente inteligente. Por lo general hay gran cantidad de estereotipos hacia las personas que estudian estas carreras, sin embargo, eso a mí no me importó y decidí empezar a investigar desde los 13 años sobre personajes importantes de la historia, lo cual me llevó a tener interés cobre el tema de cómo el mundo se creó en pequeñas partículas de átomos y las diferentes teorías que existen sobre los agujeros negros, ese tema siempre me pareció muy curioso y cada vez que salía algún tema nuevo sobre un descubrimiento, yo siempre tenía que saber de qué se trataba.
Cuando tenía 16 años se me metió en la cabeza querer estudiar medicina o química, cosa que ninguno de mis familiares y compañeros se imaginó, la razón era muy sencilla y fue porque desde muy pequeña indagué sobre esos temas. Después de los años llegó la adolescencia y mis pensamientos, mis gustos y mis hobbies iban cambiando, en general todo en mi vida cambió, me empezó a gustar escribir, leer, entre otras cosas.
En mi vida he presenciado, leído y visto muchas historias de trascendencia y heroísmo personal que me han marcado el corazón, pero que en cierto modo me han dado mucho que aprender puesto que me pongo en los zapatos de otro y trato de imaginar una vida sin mis extremidades, pero la historia que ha marcado mi vida, la ha dejado en evidencia y me motivará día a día a aceptarme a mí misma y lograr mis objetivos es la historia de Stephen Hawking, él fue siempre de admirar y para mí siempre fue alguien muy brillante en la historia de la ciencia. Leía todo sobre él, indagué sobre su vida y por supuesto de sus descubrimientos científicos.
Su historia de vida se basó en un encierro dentro de su propio cuerpo, pero con una mente capaz de sobrellevar cualquier adversidad. Estuvo toda su vida paralizado de pies a cabeza por una enfermedad degenerativa, desde que le descubrieron este raro padecimiento a sus 21 años, solo le dieron 3 años de vida. ¿Pero quién se iba a imaginar que tendría más vidas que un gato? Yo creo que su poder mental hizo que su cuerpo nunca se apagará y nunca se dejara llevar por la muerte. Stephen no podía hablar, luego de que le descubrieron esa enfermedad le hicieron una traqueotomía que dañó sus cuerdas vocales, estuvo condenado toda su vida a ser atendido por sus más allegados familiares, amigos, esposa y hasta sus propios hijos, sin embargo él nunca se rindió, ni mucho menos se resignó a vivir como un inválido, ese era el peor castigo, pensar que era un inválido inservible, sin embargo siempre logró controlar su mente antes de que sus emociones controlaran su vida.
El día internacional de la persona con discapacidad es el 3 de diciembre, un día cuyo objetivo va más allá de recordar que las personas con sillas de ruedas, no videntes, sordos o que presenten otro tipo de discapacidad tienen los mismos derechos que los demás seres humanos, ese día busca demostrarle a la población que “esa discapacidad” es solo mental y que no constituye bajo ninguna circunstancia un obstáculo para convertir los sueños realidad.
Desde pequeña siempre me imaginé que las matemáticas, la física y la química eran solo para gente inteligente. Por lo general hay gran cantidad de estereotipos hacia las personas que estudian estas carreras, sin embargo, eso a mí no me importó y decidí empezar a investigar desde los 13 años sobre personajes importantes de la historia, lo cual me llevó a tener interés cobre el tema de cómo el mundo se creó en pequeñas partículas de átomos y las diferentes teorías que existen sobre los agujeros negros, ese tema siempre me pareció muy curioso y cada vez que salía algún tema nuevo sobre un descubrimiento, yo siempre tenía que saber de qué se trataba.
Cuando tenía 16 años se me metió en la cabeza querer estudiar medicina o química, cosa que ninguno de mis familiares y compañeros se imaginó, la razón era muy sencilla y fue porque desde muy pequeña indagué sobre esos temas. Después de los años llegó la adolescencia y mis pensamientos, mis gustos y mis hobbies iban cambiando, en general todo en mi vida cambió, me empezó a gustar escribir, leer, entre otras cosas.
En mi vida he presenciado, leído y visto muchas historias de trascendencia y heroísmo personal que me han marcado el corazón, pero que en cierto modo me han dado mucho que aprender puesto que me pongo en los zapatos de otro y trato de imaginar una vida sin mis extremidades, pero la historia que ha marcado mi vida, la ha dejado en evidencia y me motivará día a día a aceptarme a mí misma y lograr mis objetivos es la historia de Stephen Hawking, él fue siempre de admirar y para mí siempre fue alguien muy brillante en la historia de la ciencia. Leía todo sobre él, indagué sobre su vida y por supuesto de sus descubrimientos científicos.
Su historia de vida se basó en un encierro dentro de su propio cuerpo, pero con una mente capaz de sobrellevar cualquier adversidad. Estuvo toda su vida paralizado de pies a cabeza por una enfermedad degenerativa, desde que le descubrieron este raro padecimiento a sus 21 años, solo le dieron 3 años de vida. ¿Pero quién se iba a imaginar que tendría más vidas que un gato? Yo creo que su poder mental hizo que su cuerpo nunca se apagará y nunca se dejara llevar por la muerte. Stephen no podía hablar, luego de que le descubrieron esa enfermedad le hicieron una traqueotomía que dañó sus cuerdas vocales, estuvo condenado toda su vida a ser atendido por sus más allegados familiares, amigos, esposa y hasta sus propios hijos, sin embargo él nunca se rindió, ni mucho menos se resignó a vivir como un inválido, ese era el peor castigo, pensar que era un inválido inservible, sin embargo siempre logró controlar su mente antes de que sus emociones controlaran su vida.
El día internacional de la persona con discapacidad es el 3 de diciembre, un día cuyo objetivo va más allá de recordar que las personas con sillas de ruedas, no videntes, sordos o que presenten otro tipo de discapacidad tienen los mismos derechos que los demás seres humanos, ese día busca demostrarle a la población que “esa discapacidad” es solo mental y que no constituye bajo ninguna circunstancia un obstáculo para convertir los sueños realidad.
“Las personas tranquilas y silenciosas son las que tienen
las mentes más fuertes y ruidosas”, Stephen Hawking.
Hawking siempre se enfocó en creer en sus habilidades y capacidad de actuar en el momento justo, eran los únicos elementos del cual él dependía. Nunca se sintió como una víctima de una persona con discapacidad y en vez de compadecerse siempre dijo que su voluntad y poder eran mayores que las circunstancias por adversas e insuperables que parecieran. La desmotivación es casi como una depresión y un factor muy personal en la que varias circunstancias destruyen el alma, aun y cuando tenemos toda nuestra capacidad física que muchos no tienen, la inteligencia, habilidades, oportunidades que siempre se están presentando y si no se presentan entonces debemos buscar esas emociones, ya que nos facilitan nuestros pensamientos pero sobre todo las ganas de vivir y seguir luchando.
Para mí no solo el 3 de diciembre es el día internacional de la persona con discapacidad, sino todos los días, la fundación a la cual asisto me ha enseñado a hacer que las personas con discapacidad se motiven cada día más por sus metas.
Para poder llegar a sentir la plenitud de felicidad tenemos que ser conscientes de que somos capaces de hacer cualquier cosa que la vida nos ponga. La mente, la voluntad y la superación son las 3 armas más fuertes de una persona con discapacidad. La mente tiene un poder impresionante sobre el cuerpo, llenarse de pensamientos y sensaciones agradables puede hacer todo más llevadero, pero si nos llenamos de malas vibras y nos dejamos controlar por nuestros pensamientos, eso hará que nuestro cuerpo lo sienta y así ponemos una barrera en poder salir adelante. Por eso el mayor ejemplo, el cual les doy a las personas de la Fundación Unidos por Amor, es el del científico Stephen Hawking No todo milagro es místico, a veces esperamos una curación mágica para considerarlo un milagro.
La frase que más le repito a estas personas es: “Cada mañana que te despiertas y le pones el pecho a tu condición, con la frente en alto, es un triunfo para ti. Llena tus días de esas pequeñas victorias y habrás vivido, por larga o corta que sea tu vida, con éxito”.